Mario Barco vuelve a sonreír después de someterse a una intervención quirúrgica en el hombro, que le ha mantenido casi tres meses apartado de los terrenos de juego. El delantero riojano regresó contra el Albacete para disputar los últimos minutos. Algo que ni siquiera esperaba. “El cuerpo técnico puso mucho empeño en que estuviese. El míster me dijo que tenía que quitarme el miedo. Jugué diez minutos y es la mejor manera de coger la forma. Hemos cubierto los plazos con mucha antelación. Todo lo que venga ahora es un regalo porque no me lo esperaba”, declara.

Ahora tratará de aportar las veces que salte al césped, aunque es consciente de la gran competencia que reina en el equipo: “Yo tengo que transmitir coraje y hambre. Creo que la plantilla tiene unas condiciones brutales para sacar más rendimiento aún. Que estemos cuatro delanteros nos hará apretar a todos. En mi caso cogeré la forma mucho antes y el resto dará un plus más de rendimiento”.

Barco vuelve este sábado a la que fue su casa, pero vistiendo la camiseta del Mirandés. “Es un orgullo que la UD Logroñés pueda representar a mi tierra en Segunda. Yo estaré en contra y el equipo dará el 100% porque es un partido ante un rival directo. Tenemos ganas de competir y de volver a la buena dinámica. Del choque ante el Albacete hemos aprendidos y tenemos que estar preparados con un plan A, B o Z“.

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